¿Tienes un texto importante que necesitas traducir o mejorar?
Explícale a un profesional lingüístico qué necesitas exactamente:
¿Para qué necesitas el texto?
¿Quieres introducirte en un nuevo mercado? ¿Publicar un artículo científico o tramitar una nueva patente? ¿Se trata de una obra de ficción? ¿Un contrato? ¿O quizás necesitas un resumen que te ayude a comprender mejor un texto complicado y extenso?
Ponte en contacto con un traductor y éste se asegurará de proporcionarte la traducción que mejor se adapte a tus necesidades.
¿Quién va a leer el texto?
¿El lector será inglés o americano? ¿Español o mejicano? ¿Una persona joven o mayor? ¿Un profesional o un miembro del público en general?
El estilo es importante. El traductor puede adaptar el texto al público al que va dirigido. No importa su contexto social, geográfico o profesional, puedes estar seguro de que recibirá el mensaje.
Puesto que traducir no es un juego de intercambio de palabras, el traductor puede incluso adentrarse en un proceso de “transcreación”: producir un contenido totalmente nuevo para el público meta basado en el texto original. O bien advertirte cuando tu texto no se adecúe lo suficiente al nuevo público.